
La culpa es de la falta de comunicación o de una grave falta de consideración por la seguridad de los pasajeros menores de edad, pero Virgin Australia logró causar una seria preocupación a dos padres australianos que enviaron a su hijo en un vuelo a Sydney.
Katie Meredith, la madre de John, de 9 años, le dice al Daily Mail que habÃa pagado “dinero extra” para que John pudiera volar solo de Brisbane a Sydney. El cargo adicional significa que la compañÃa aérea le ofreció garantÃas de que John serÃa supervisado permanentemente en el vuelo, desde el momento en que se separó de él hasta el momento en que su abuela lo recogió en el aeropuerto al aterrizar.
Al mismo tiempo, deberÃa haber recibido notificaciones constantes del personal sobre cómo le iba al niño. Eso nunca sucedió: cuando el avión tuvo que ser desviado a Melbourne, John terminó pasando la noche con otros 2 niños en el aeropuerto, en un almacén, durmiendo en el piso. Katie nunca escuchó un pÃo de la compañÃa sobre el desvÃo, y mucho menos sobre las condiciones en que se encontraba su hijo.
Katie le dice a la publicación.
La abuela, que figuraba como guardiana, recibió una notificación de que el vuelo tenÃa que aterrizarse en Melbourne, que despegarÃa nuevamente por la mañana y que John habÃa sido alimentado con McDonald’s. Sin embargo, cuando le preguntó sobre el hotel en el que él se quedaba a pasar la noche, no obtuvo respuesta.
La compañÃa aérea culpa a toda la situación de una “falta de comunicación”.
Virgin Australia dice en un comunicado.